Manual de zonceras argentinas

Por: Tipo de material: TextoTextoSeries Obras Completas ; 2Detalles de publicación: Buenos Aires 2003 CorregidorEdición: 4a. reimpresiónDescripción: 223 pISBN:
  • 950-05-0665-3
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Resumen: Contratapa: A los jóvenes militantes de FORJA les correspondió, allá por 1935, descorrer los velos y ahuyentar las leyendas que ocultaban al hombre argentino la verdadera realidad del país en el que vivía o en el que sobrevivía sin sospechar siquiera la urdimbre de intereses extraños que manejaban su existencia, usufructuaban las riquezas de su país y conducían el destino de su nacionalidad. Para lo cual había sido preciso que la colonización cultural, mediante el discrecional manipuleo de la desinformación, se introdujera poco menos que secularmente en la vida ciudadana sobre todo a través de un sistema de enseñanza puesto al servicio de un enciclopedismo enajenante, sin practicidad nacional. De esa desinformación -que es ocultamiento y deformación de la verdad- proceden una cantidad de formulaciones de supuesta naturaleza axiomática que la mentalización acrítica instalada ha observado y repetido dogmáticamente, con sumisa sujeción a un principio de autoridad intocable, encarnada en clásicos popes de la inteligentzia argentina. Esas formulaciones son las que Arturo Jauretche llama, para desacralizarlas (el diría destriparlas) como corresponde, zonceras argentinas: Descubrir las zonceras que llevamos dentro es un acto de liberación; es como sacar un entripado valiéndose de un antiácido, pues hay cierta analogía entre la digestión alimenticia y la intelectual. Es algo así como confesarse o someterse al psicoanálisis -que son modos de vomitar entripados- siendo uno mismo el propio confesor o psicoanalista. Para hacerlo sólo se requiere no ser zonzo por naturaleza; simplemente estar solamente azonzado, que así viene a ser cosa transitoria, como lo señala el verbo. Es fácil imaginarse la cantidad de zonceras actuales que engrosarían la numerosa lista que alcanzó a destripar Jauretche con la filosa sabiduría de sus verdades criollas.
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Indice

De las zonceras en general
De la madre que las parió a todas y en particular de sus dos hijas mayores
Zoncera nº1 Civilización y barbarie
De las hijas mayores de Civilización y barbarie
A) Zonceras sobre el espacio
Zoncera nº2 El mal que aqueja a la Argentina es la extensión
Zonceras complementarias de la zoncera El mal que aqueja a la Argentina es la extensión
Zoncera nº3 I) Lo que conviene a Buenos Aires es replegarse sobre sí misma
Zoncera nº4 II) El misterio de Guayaquil
Aplicación práctica de la zoncera de que El mal que aqueja a la Argentina es la extensión
Zoncera nº5 Oponer los principios a la espada
Zoncera nº6 Un algodón entre dos cristales
Zoncera nº7 La Troya americana
Zoncera nº8 La libre navegación de los ríos
Zoncera nº9 La victoria no da derechos
Zoncera nº10 La nieve contiene mucha cultura
B) Zonceras sobre la población (O de la autodenigración)
Zoncera nº11 Gobernar es poblar (con permiso de Mc Namara y el BID)
Zoncera nº12 Política criolla-Política científica
Zonceras complementarias de Política criolla
Zoncera nº13 Este país de m...
Zoncera nº14 La inferioridad del nativo
Zoncera nº15 El vicio de la siesta
De las zonceras de autoridad que se le olvidaron a Bentham. De las zonceras para escolares...y también para adultos
Zoncera nº16 A) El niño modelo
Zoncera nº17 I) El niño que no faltó nunca a la escuela
Zoncera nº18 II) El buen compañerito
Zoncera nº19 III) El niño que no mintió jamás
B) El hombre modelo
Zoncera nº20 I) El canal de Rivadavia
Zoncera nº21 II) El hombre que se adelantó a su tiempo
Zoncera nº22 III) El más grande hombre civil de la tierra de los argentinos
C) Otras zonceras de la misma laya
Zoncera nº23 I) Como hombre te perdono mi cárcel y cadenas
Zoncera nº24 II) El tirano Rosas y la piedra movediza de Tandil
De las zonceras institucionales
Zoncera nº25 I) Línea Mayo-Caseros La patria no es la tierra donde se ha nacido
Zoncera nº26 II) Hábeas Corpus
Zoncera nº27 III) La confiscación de bienes queda abolida para siempre del Código Penal Argentino (Art.17 de la Constitución Nacional)
Zoncera nº28 IV) Queda abolida para siempre la Pena de Muerte por causas políticas (Art.18 de la Constitución Nacional)
De las zonceras económicas
Zoncera nº29 I) División internacional del trabajo
Zoncera nº30 II) El milagro alemán
Zoncera nº31 III) Pagaré ahorrando sobre el hambre y la sed de los argentinos
Zoncera nº32 IV) Fuerzas vivas
Zoncera nº33 a) Sociedad Rural Argentina
Zoncera nº34 b) Unión Industrial Argentina
Zoncera nº35 V) La canasta de pan. El granero del mundo
Zoncera nº36 VI) Mercado tradicional. Comprar a quien nos compra
Miscelánea de zonceras de toda laya
Zoncera nº37 Cuarto poder
Zoncera nº38 Dice La Nación...; dice La Prensa
Zoncera nº39 Tablas de sangre
Zoncera nº40 Aquí se aprende a defender a la patria
Zoncera nº41 Jóvenes y muchachones
Zoncera nº42 Agravio y desagravio
Zoncera nº43 Civilización occidental y cristiana
Zoncera nº44 Nipo-nazi-fasci-falanjo-peronista
Palabras finales

Contratapa: A los jóvenes militantes de FORJA les correspondió, allá por 1935, descorrer los velos y ahuyentar las leyendas que ocultaban al hombre argentino la verdadera realidad del país en el que vivía o en el que sobrevivía sin sospechar siquiera la urdimbre de intereses extraños que manejaban su existencia, usufructuaban las riquezas de su país y conducían el destino de su nacionalidad. Para lo cual había sido preciso que la colonización cultural, mediante el discrecional manipuleo de la desinformación, se introdujera poco menos que secularmente en la vida ciudadana sobre todo a través de un sistema de enseñanza puesto al servicio de un enciclopedismo enajenante, sin practicidad nacional.
De esa desinformación -que es ocultamiento y deformación de la verdad- proceden una cantidad de formulaciones de supuesta naturaleza axiomática que la mentalización acrítica instalada ha observado y repetido dogmáticamente, con sumisa sujeción a un principio de autoridad intocable, encarnada en clásicos popes de la inteligentzia argentina.
Esas formulaciones son las que Arturo Jauretche llama, para desacralizarlas (el diría destriparlas) como corresponde, zonceras argentinas: Descubrir las zonceras que llevamos dentro es un acto de liberación; es como sacar un entripado valiéndose de un antiácido, pues hay cierta analogía entre la digestión alimenticia y la intelectual. Es algo así como confesarse o someterse al psicoanálisis -que son modos de vomitar entripados- siendo uno mismo el propio confesor o psicoanalista. Para hacerlo sólo se requiere no ser zonzo por naturaleza; simplemente estar solamente azonzado, que así viene a ser cosa transitoria, como lo señala el verbo.
Es fácil imaginarse la cantidad de zonceras actuales que engrosarían la numerosa lista que alcanzó a destripar Jauretche con la filosa sabiduría de sus verdades criollas.

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