Sendic

Indice

Prefacio

Capítulo 1. 1850-1937: Antepasados
La formación en un hogar rural

Capítulo 2. 1838-1945: Militancia estudiantil. Aproximación a la ideología
La guerra mundial en un pueblo del interior

Capítulo 3. 1945-1957: Estudio y trabajo en la capital
Ingreso al Partido Socialista
La refundación socialista
El eje agrario

Capítulo 4. 1957-1960: Mudanza para Paysandú
Las luchas campesinas: huelga en los arrozales, huelga de remolacheros
Abogado de los humildes

Capítulo 5. 1960-1962: En El Espinillar
En Bella Unión
Creación de UTAA
La toma de CAINSA
La quema de la CSU
El fascismo corriente

Capítulo 6. 1962-1963: Las tierras de Silva y Rosas
Surge el Coordinador
El robo del Tiro Suizo
La clandestinidad

Capítulo 7. 1963-1964: Primeras acciones del Coordinador
Toma de la Aduana de Bella Unión
Primera marcha cañera por la tierra y con Sendic

Capítulo 8. 1964-1965: Las armas del Che
Resistencia al fascismo
Aparecen los tupamaros
¿Qué clase de lucha armada?
Detención en Argentina

Capítulo 9. 1965-1966: Debray en Montevideo
Explorando montes
La definición de guerrilla urbana
El largo parto del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (I)
Fuego en los cañaverales, bombas en las calles

Capítulo 10. 1965-1966: El largo parto del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros (II)
Expropiaciones y pertrechamiento
La tragedia del 22 de diciembre

Capítulo 11. 1966-1967: Tentaciones
Documento 1
30 preguntas a un tupamaro
La reconstrucción
Viaje a Cuba

Capítulo 12. 1968-1969: Un traidor en flash back
El pachecato
Secuestro de Pereyra Reverbel
La Columna del interior
El casino San Rafael
Radio Sarandí
Secuestro de Pellegrini Giampietro

Capítulo 13. 1969-1970: La toma de Pando
La escalada represiva
La propaganda armada
La toma del cuartel de la Marina (CIM)

Capítulo 14. 1970-1971: El Plan Satán
Dan Mitrione
Negociaciones vergonzantes
El gran golpe de agosto
Apoyo crítico al Frente Amplio
El Plan Tatú

Capítulo 15. 1971-1972: El abuso
Dirigentes vigilados
Los combates de la Leandro Gómez
Aparece el Ejército

Capítulo 16. 1972: El Escuadrón de la Muerte y el 14 de abril
La tortura como método
Se declara la guerra interna

Capítulo 17. 1972: La gran debacle
Trabal y los cuatro soldados
La traición de Amodio
El otro traidor

Capítulo 18. 1972: El Ejército negocia
La zancadilla de Sanguinetti a la tregua de paz
El más buscado entra a los cuarteles
Rendición incondicional y contrapropuesta
Los políticos y la negociación

Capítulo 19. 1972-1973: Tiroteo en la Ciudad Vieja
La caída y la prisión en la Marina
Primer balance en el Penal de Libertad
Los rehenes

Capítulo 20. 1973-1984: En aljibes, perreras, piletas de sal
El plan de fuga en Paso de los Toros
Rehenes enfrentados
Las Reflexiones sobre economía política

Capítulo 21. 1984-1987: Las propuestas desde la cárcel
Sin cartas en la manga
La salida
Las discusiones internas
La experiencia de la legalidad

Capítulo 22. 1988-1989 Un año de viajes: Cuba, Nicaragua, Europa
El Movimiento por la Tierra
El plan contra la pobreza, No pago de la deuda, Frente Grande
El ingreso al Frente Amplio
La enfermedad fulminante
Morir en París

Algunas fechas relevantes

Contratapa: Raúl Sendic fue un agitador, un luchador social, un político; un dirigente partidario y un organizador sindical; un combatiente y un jefe guerrillero; un teórico y un conductor. Fue todo eso, y la suma de sus facetas lo convierten en una personalidad excepcional. Después de más de dos años de trabajos de investigación, tuve que rendirme a la evidencia de que Raúl Sendic solo podría percibirse como a través de un vidrio esmerilado, una imagen que no termina de definirse, un contorno dinámico, que sufre modificaciones y que no se queda quieto, que no se deja apresar en una instantánea. Este hombre que casi nunca habló de sí, que muy rara vez fundamentó su pensamiento, que escribió poco, pero que hizo mucho durante mucho tiempo, es de alguna manera inasible. Rendiré homenaje a quien tenga certezas absolutas sobre Sendic, sus hechos y motivaciones. En el relato se verá cómo sus compañeros reiteran, una y otra vez, que Sendic no se explicaba, no discutía y que muchas veces se contradecía, sin cargos de conciencia. Tengo la impresión de que, como ocurre con los hombres que asumen grandes responsabilidades y aceptan grandes desafíos, hubo muchos Sendic, muchos Bebe y muchos Rufo, inmersos en una práctica intensa, agitada, vertiginosa. Samuel Blixen