La miseria del mundo

Indice

Al lector, por Pierre Bourdieu

El espacio de los puntos de vista, por Pierre Bourdieu
La rue des Jonquilles, por Pierre Bourdieu
Una familia desplazada, por Abdelmalek Sayad
Cada uno en su casa, por Rosine Christin
La visión mediática, por Patrick Champagne
El orden de las cosas, por Pierre Bourdieu
Una familia integrada, por Patrick Champagne
Una mala ubicación, por Gabrielle Balazs
La última diferencia, por Patrick Champagne

Efectos de lugar, por Pierre Bourdieu

De Norteamérica como utopía al revés, por Loïc J. D. Wacquant
The Zone, por Loïc J. D. Wacquant
Homeless en El Barrio, por Philippe Bourgois

La dimisión del Estado, por Pierre Bourdieu
Una misión imposible, por Pierre Bourdieu
La mala fe de la institución, por Pierre Bourdieu
Inestabilidad y doble vínculo, por Pierre Bourdieu y Gabrielle Balazs

La visión del Estado, por Patrick Champagne

Desorden entre los agentes del orden, por Remi Lenoir
Mujer y policía, por Remi Lenoir
Un reproche viviente, por Remi Lenoir

Decadencias
Permanentes y temporarios, por Michel Pialoux y Stéphane Beaud
El viejo obrero y la nueva fábrica, por Michel Pialoux
Trabajo nocturno, por Rosine Christin
La posesión, por Rosine Christin

El fin de un mundo, por Pierre Bourdieu
El desasosiego de un delegado, por Michel Pialoux
La obra robada, por Sandrine García
Testigo silencioso, por Rosine Christin
Un equilibrio tan frágil, por Pierre Bourdieu y Gabrielle Balazs
Pendiente de un hilo, por Pierre Bourdieu
Una vida perdida, por Pierre Bourdieu
La caída, por Patrick Champagne
Carreras destrozadas, por Louis Pinto

Los excluidos del interior, por Pierre Bourdieu y Patrick Champagne
¡Ah, los buenos tiempos!, por Pierre Bourdieu
Un paraíso perdido, por Sylvain Broccolichi y Francoise Oeuvrard
Una doble vida, por Rosine Christin
La clase de francés, por Rosine Christin
Una relación de fuerzas, por Sylvain Broccolichi
La violencia de la institución, por Gabrielle Balazs y Abdelmalek Sayad

Las contradicciones de la herencia, por Pierre Bourdieu
El destino escolar, por Alain Accardo
Un éxito comprometedor, por Charles Soulié

El espíritu de contradicción, por Emmanuel Bourdieu
Esposa y colaboradora, por Jean Pierre Faguer
La maldición, por Abdelmalek Sayad
La emancipación, por Abdelmalek Sayad

La soledad, por Gabrielle Balazs

Comprender, por Pierre Bourdieu

Post scriptum, por Pierre Bourdieu

Contratapa: ¿Qué interés hay en estudiar la filosofía -se pregunta Ludwig Wittgenstein- si eso no mejora nuestro modo de pensar las cuestiones importantes de la vida de todos los días, si no nos hace más conscientes que un periodista cualquiera en la utilización de ciertas expresiones que emplea la gente de esta especie? El mensaje sociológico puede permitir que se conozca el origen social de las desdichas en todas sus formas, incluso las más íntimas y secretas; lo que el mundo social ha hecho, el mundo social, armado de este saber, puede deshacerlo.
La presente obra reúne testimonios que dieron hombres y mujeres en relación con sus existencias y la dificultad de vivir. Un equipo de sociólogos dirigido por Pierre Bourdieu trabajó durante tres años en la realización de entrevistas, que se presentan acompañadas por análisis teóricos y planteos metodológicos que transmiten los elementos necesarios para comprender la posición de la persona interrogada sin establecer respecto a ella una distancia que la reduzca al estado de curiosidad entomológica.
Cumpliendo lo que es, según Wittgenstein, la meta de la filosofía, al analizar los llamados lugares difíciles -los conjuntos urbanísticos y la escuela- los autores reemplazan las imágenes simplistas y unilaterales que utiliza la prensa por una representación compleja y múltiple, y abandona el punto de vista único y central en beneficio de la pluralidad de perspectivas, coexistentes y a veces rivales. La urbanización, la escuela, el trabajo social, el subproletariado, el universo de los empleados, el de los campesinos y artesanos, la familia, etcétera; la crónica de un joven militante del Frente Nacional, de la profesora de un colegio ubicado en una zona desfavorecida, de un comerciante vinatero arruinado, de los inmigrantes y de aquellos a quienes se sigue llamando inmigrantes aunque hayan nacido en Francia: todas éstas son las múltiples perspectivas que constituyen ese espacio en el cual los autores no sólo hacen propio el precepto spinoziano No lamentar, no reír, no detestar, sino comprender, sino que brindan al lector los medios para respetarlo. Es de esperar que la acción política se valga de los medios racionales que le provee la ciencia: nada es menos inocente que el laissez faire y toda política que no aproveche plenamente las posibilidades, por reducidas que sean, que se ofrecen a la acción y que la ciencia puede ayudar a descubrir, puede considerarse como culpable de no asistencia a una persona en peligro.