El poder bajo sospecha

Por: Tipo de material: TextoTextoSeries Colección pensar el futuroDetalles de publicación: La Plata 1997 De la CampanaDescripción: 126 pISBN:
  • 987-9125-07-X
Tema(s):
Contenidos:
Resumen: Contratapa: Quienes ven en los partidos a los motores del cambio y como la máxima expresión de la lucha de clases, consideran la toma del poder como el único medio para producir cambios sustantivos, vale decir, para que el control del Estado sea asumido por las clases desposeídas como paso previo a su extinción. Y valoran a los movimientos sociales como expresiones populares incapaces, por sí solos, de prosperar políticamente. Esta concepción tradicional cuenta con respuestas que se apoyan en la experiencia vivida pero esa misma experiencia traslada los interrogantes a las garantías para que el cambio de manos sea real y no una manifestación distinta de viejos privilegios. La clase obrera se ha debilitado notoriamente en relación a su proverbial antagonista, la burguesía. Los vínculos que cohesionaban a la clase dentro y fuera de la fábrica también se debilitaron. La solidaridad internacional se ha desvanecido junto al campo socialista a lo que se suma la presión que imponen los movimientos de capital creando condiciones de competencia entre los asalariados que empalidecen las de su protohistoria. El proletariado dejó de ser la principal víctima del sistema, categoría que hoy ocupan cientos de millones de personas marginadas del circuito productivo y prácticamente sin oportunidades de retorno. El techo al que hemos llegado está determinado por la vigencia actual del régimen capitalista. Ya no se trata simplemente de verlo como a un enemigo de la humanidad sino que es el modelo universal al que se referencia la humanidad hoy. Pero la humanidad no es un todo cohesionado sino un complejísimo mosaico de situaciones con una similar diversidad de lugares y desequilibrios. La sumatoria de desigualdades y conflictos atraviesan al sistema que sintetiza la coherencia de lo incoherente. La globalidad que propone y realiza es la unidad de la fragmentación que orbita alrededor del gran capital. Y nadie sabe cuánto combustible alberga el núcleo de su estrella. Jorge Cerletti
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LIBROS LIBROS Biblioteca Legislativa y Pública "Eva Perón" 321.01 CER (Navegar estantería(Abre debajo)) Disponible LEG-LIB-011663

Indice

Presentación
Introducción

Parte I

Capítulo I: La incertidumbre, proyecto político y modelo. Chiapas
Capítulo II: Gestión y política
Capítulo III: Las clases, la producción y otro lugar de referencia
Capítulo IV: La sociedad civil
Capítulo V: La ruptura y el significado de la revolución
Capítulo VI: La cultura y el contenido político del discurso económico
Capítulo VII: De la situación a sus mediaciones

Parte II

Capítulo VIII: Verdad y realidad: el capitalismo hoy y la representatividad
Capítulo IX: Economía y poder. Sus características en Argentina
Capítulo X: La producción y la socialización del poder

Contratapa: Quienes ven en los partidos a los motores del cambio y como la máxima expresión de la lucha de clases, consideran la toma del poder como el único medio para producir cambios sustantivos, vale decir, para que el control del Estado sea asumido por las clases desposeídas como paso previo a su extinción. Y valoran a los movimientos sociales como expresiones populares incapaces, por sí solos, de prosperar políticamente. Esta concepción tradicional cuenta con respuestas que se apoyan en la experiencia vivida pero esa misma experiencia traslada los interrogantes a las garantías para que el cambio de manos sea real y no una manifestación distinta de viejos privilegios.
La clase obrera se ha debilitado notoriamente en relación a su proverbial antagonista, la burguesía. Los vínculos que cohesionaban a la clase dentro y fuera de la fábrica también se debilitaron. La solidaridad internacional se ha desvanecido junto al campo socialista a lo que se suma la presión que imponen los movimientos de capital creando condiciones de competencia entre los asalariados que empalidecen las de su protohistoria. El proletariado dejó de ser la principal víctima del sistema, categoría que hoy ocupan cientos de millones de personas marginadas del circuito productivo y prácticamente sin oportunidades de retorno.
El techo al que hemos llegado está determinado por la vigencia actual del régimen capitalista. Ya no se trata simplemente de verlo como a un enemigo de la humanidad sino que es el modelo universal al que se referencia la humanidad hoy. Pero la humanidad no es un todo cohesionado sino un complejísimo mosaico de situaciones con una similar diversidad de lugares y desequilibrios. La sumatoria de desigualdades y conflictos atraviesan al sistema que sintetiza la coherencia de lo incoherente. La globalidad que propone y realiza es la unidad de la fragmentación que orbita alrededor del gran capital. Y nadie sabe cuánto combustible alberga el núcleo de su estrella. Jorge Cerletti

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