Historias de gauchos y gauchisoldados

Indice

Prólogo de Hugo Chumbita

Nota preliminar de León Pomer

Historias de gauchos y gauchisoldados

El gaucho
Aproximación
Diálogo con una sombra
Nacimiento del gaucho
¿Por qué no fue agricultor?
¿Por qué no tuvo tierras?
¿Por qué no tuvo vacas?
De esclavos y de indios
Vagos y malentretenidos
Breve intermezzo contrabandista
Volvamos a los vagos
Paréntesis para unas palomas que se esparraman
Nuevo retorno a los vagos
Artigas o la redención que no fue
Oíd mortales
Ved mortales...la anarquía
El progresismo rivadaviano
Después de Rivadavia
Viene Rosas
Después de Caseros
Tomemos unos mates
Volvamos al trago amargo
Muerte y mutación

El gauchisoldado
Entrando en tema
La gauchisoldada
Sargento Carmen
Victoria, la cantora
Otras gauchisoldadas
Andresito
Corrientes (mediados de 1818)
La llegada
Una semana después
La representación
El retorno
¿Quién es el soldado?
El fortín
Hambre y desnudez
Proveedores y sanguijuelas
Milico y peón
¿Al servicio de la patria?
Prolongación del servicio
La paga
Deserciones y sublevaciones
Los que huyen a la toldería
El cacique blanco
La soledad y la memoria
Unitario en derrota
De la frontera, más allá
Intimidad con el cacique
Incidentes
Marcado
Una mala pasada de Rosas
El comienzo del retorno
Los castigos
Enfermos, curanderas y medicinas
El indio soldado
Güemes y sus gauchos
El gaucho montonero
Siluetas

León Pomer

Contratapa: He aquí un libro para aprender, para disfrutar y pensar. Su autor cala hasta el hueso en el drama del gaucho y el gauchisoldado. Como una intensa conversación con el lector, los giros del texto van hilvanando imágenes conmovedoras y documentos incuestionables, de los que se desprenden conclusiones inquietantes. Una lección de historia que es, a la vez, protesta y narración, que no perdona ninguno de los crímenes y refuta todas las versiones complacientes de nuestro pasado.
León Pomer va componiendo un itinerario que es, al mismo tiempo, redescubrimiento y reivindicación de un sector social de la Argentina, sometido a la marginación y al despojo. Aborda primero la historia del gaucho, ese galopeador de la pampa, libre y rebelde, vago o malentretenido para las elites, que asombró a Charles Darwin. Recorre el drama del Fierro de Hernández, dueño y señor de extensiones sin límite, y concluye en el Sombra de Güiraldes sin rancho, sin tropilla y sin mujer, derrotado en su condición de peón rural. Simultáneamente, el ensayo reconstruye y recupera la historia de los gauchos marginados, víctimas de la leva. Esos gauchisoldados, como los llama, cuya única manera de mantenerse con vida fue asumir el oficio de la muerte.