000 00205nam a22000977a 4500
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008 221221b |||||||| |||| 00| 0 esd
020 _a978-987-24935-2-3 , ,
040 _cBiblioteca Senado BA
080 _c
100 _aMasi, Oscar Andrés de
245 _aCuatro moradas sarmientinas
_bCon declaratoria nacional
246 _a
250 _a
260 _aBuenos Aires
_c2011
300 _as.p.
_c
490 _aColección MonumentArgentina
_v 4
500 _a ----
520 _aHemos seleccionado las cuatro moradas sarmientinas que siguen (todas ellas con declaratoria nacional), como testimonio de ese otro Sarmiento que solemos olvidar: simplemente, el hombre que, pese a su vigor volcánico y a su terriblitá miguelangelesca, alguna vez, descansó; o al menos, se retrajo del escrutinio público para gozar de una intermitente privacidad. Todas ellas, a su modo, develan la humanidad del prócer, impostada en vínculos intrínsecamente humanos, ligados a una condición carnal que los excesos de hiperdulía de sus tantos panegiristas, a veces han desdibujado. La memoria histórica argentina no ha desatendido aquellos sitios de la presencia íntima sarmientina. Dos de ellos (San Juan y Buenos Aires) gozan desde hace tiempo de su declaratoria como monumentos históricos nacionales. Más aún: la casa natal sanjuanina es el primer monumento declarado en nuestro país. La vivienda del Delta es lugar histórico nacional (lo mismo los baños del Zonda, donde escribió su famoso graffiti las ideas no se matan). Numerosas escuelas de fundación o de inspiración sarmientina gozan de tutela, en distintas categorías de la ley nº 12665. Otras creaciones suyas gozan del mismo rango patrimonial, como el Jardín Zoológico. Su tumba en la Recoleta ha sido declarada sepulcro histórico. Un importante Museo capitalino, cuya sede es monumento nacional, lleva su nombre, lo mismo que una calle y una avenida porteñas, por no mecionar otras tantas calles, escuelas, bibliotecas y plazas del interior del país. También, una histórica fragata ostenta su nombre. Hasta las míticas maestras norteamericanas, cuya venida él impulsó, fueron rememoradas con la declaratoria de sus sepulcros en el Cementerio Británico de Buenos Aires. No puede decirse, pues, que la memoria del ilustre sanjuanino no goce de las honras que merece en el registro del patrimonio argentino. Volver la mirada a las moradas sarmientinas es, de algún modo, resignificar su figura y devolverle su humanidad. Esa humanidad en acto rememorante que destilan las páginas de Recuerdos de Provincia.
650 _aLUGARES Y MONUMENTOS HISTORICOS
650 _aDOMINGO FAUSTINO SARMIENTO
650 _aARGENTINA
650 _aHISTORIA
700 _aRepetto Juan Martín
_ePrólogo
700 _aBozzano Jorge Néstor
_ePrólogo
942 _2ddc
_cLIB
952 _aLEG
_pLEG-LIB-054933
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